El escudo de Aquiles descifrado (resumen)

En este escrito, voy buscando perspectivas alternativas para identificar la Ilíada y la Odisea. Tanto como lector, como viajero y marinero. Mi motivación es la curiosidad, con las incertidumbres sobre las historias y las misteriosas metáforas. Uso conocimientos y tecnologías actuales. Me alejo de los dogmas establecidos para, así, crear espacio para otras ideas y teorías. Mi atención se centra en el mundo atlántico. En el mundo griego, no se han encontrado datos sobre las historias de Homero.

El nuevo escudo de Aquiles: no arte, sino fuente de información

El nuevo escudo de Aquiles, forjado por el dios Hefesto, es para mí una fuente de inspiración. El escudo contiene claves para desenmarañar la Ilíada y la Odisea. Está hecho de 4 metales: oro, plata, cobre y estaño. Tiene 5 capas, de las cuales varias son de bronce. En el escudo hay imágenes de la sociedad en paz y en guerra, de Océano y de la cúpula celestial con sol, luna y 4 constelaciones.

Una pista la he añadido yo: la dinámica de las costas. Desde la época de Ulises, el mar ha subido varios metros y las costas de ahora tienen otro aspecto.

Mi suposición es que la guerra de Troya ocurrió en la Edad de Bronce, alrededor de 1400 a. C.

Una revolución en el mundo atlántico de “entonces”

Entre 5000 y 1500 a. C. existía una cultura atlántica muy desarrollada en las costas y en todas las islas desde el sur de España y Portugal, Bretaña e Inglaterra hasta Escocia. Los megalitos atlánticos son más antiguos que los del apogeo griego y las pirámides egipcias. Llama la atención la gran precisión arquitectónica y astronómica con la que se construyeron estos megalitos. Gracias a la navegación, este conocimiento y tecnología se ha extendido a lo largo de las costas.

Cuando en el sur de España se encuentra oro, plata y cobre, se produce una revolución crucial de la piedra al metal. También en otros sitios de la costa atlántica se encuentran metales. Ya desde, aproximadamente 3000 a. C., estos hallazgos atraen a marineros y comerciantes procedentes del Mediterráneo. El sur de España se convierte en un centro poderoso donde los metales se extraen, se abastecen, se procesan y se comercializan. Cuando resulta que la mezcla de cobre y estaño produce el bronce más fuerte, que sirve para elaborar armas más fuertes, la demanda comercial se desplaza al estaño: el que tiene estaño y puede hacer bronce, tiene el poder. A partir de entonces, el estaño escaso vale “oro”. En el sur de España el estaño es poco común, pero sí lo es en otras regiones atlánticas como Galicia, Bretaña y Cornualles. De estas regiones, Cornualles se convierte a partir del 2200 BC en el productor y proveedor más poderoso de estaño para el centro de comercio (fig. 1). El sur de España depende cada vez más de los suministros del productor de estaño Cornualles y esto genera tensiones.

Homero habla de un conflicto que va en aumento entre 2 centros de poder, Ítaca y Troya. Las tensiones entre Ítaca y Troya surgieron después de que la hermosa Helena, esposa del rey Menelao, fue raptada por Paris, el príncipe troyano. Las negociaciones entre los reyes de Ítaca y Troya no resultan en el regreso de Helena, lo que desata la guerra de Troya.

Sin embargo, se me ocurre otro motivo en el mundo atlántico para la guerra de Troya. No se trata de Helena, se trata de la hegemonía sobre el estaño.

El rey de Cornualles se da cuenta de su posición dominante en el comercio del estaño y empieza a utilizarla contra los comerciantes ricos en el sur de España. Envía a su hijo a los reyes del sur de España. Él viene con condiciones adicionales que el rey de Cornualles impone al suministro del estaño. Los reyes del sur de España temen perder su comercio lucrativo y no aceptan estos requisitos. El equilibrio del poder está en peligro y el conflicto desemboca en guerra. Cornualles es atacada, el castillo del rey de Cornualles destruido y los líderes asesinados.

La guerra de Troya marca el final de una época próspera de la zona atlántica.

Ambas partes sufren grandes bajas, tanto en reyes como en hombres. En las zonas de origen, los pueblos están muy debilitados y se ven sumidos en situaciones de caos y pobreza. Muchos habitantes se van, ya sea por mar o por tierra, buscando lugares mejores. A lo mejor fueron ellos los migrantes que se establecieron en Grecia, tal y como piensan Platón y Herodoto. Tal vez fueron ellos los pueblos del mar que, en 1207 y 1177 a. C., atacaron Egipto con su flota y entraron por tierra en el país con su infantería.

Según mi razonamiento, Ítaca es el nombre que Homero dio al centro de poder en el sur de España, conocido por su riqueza en oro, plata y cobre. Homero describe a Ítaca como “una isla (península) con una colina”, “entre 2 mares” y “con varias islas cerca”. Esta descripción corresponde a la península, formada por el río Odiel y el río Tinto, en la bahía en la que desembocan, alrededor del año 1500 a. C. (fig. 2). Actualmente aquí se sitúa Huelva. Según este razonamiento, Ítaca es el nombre de la zona que, más adelante, albergaría la civilización de Tartessos y, actualmente, la provincia y la ciudad de Huelva.

Troya es el nombre que Homero dio al centro de poder en Cornualles, que disponía de reservas inagotables de estaño. En la Ilíada, Troya es descrita como una fortaleza situada en altura, prácticamente inconquistable y junto al mar. Las batallas diarias durante la guerra de Troya tienen lugar en la costa de la bahía. La bahía está protegida de las tormentas del norte. Esta descripción de la fortaleza corresponde a la de la roca en la bahía de Mount que se llama actualmente St. Michael’s Mount (el monte de San Miguel) y tiene un castillo medieval en la parte superior. Antes, la roca solía llamarse “Roca Gris en el bosque” y, más tarde, “Ictin”. La roca se situaba en un bosque en tierra firme y, más adelante, en la costa. Una amplia franja costera fue arrasada, debido al aumento del nivel del mar y a las tormentas feroces. Alguna vez, la fortaleza Troya, con su gran altura, se situaba en la costa. Actualmente, la roca con su nuevo nombre, St. Michael’s Mount, en la bahía de Mount se encuentra incluso en el mar (fig. 3).

Océano de “entonces” es el Atlántico Norte de “ahora”

Desde hace mucho tiempo, se sabe que las características únicas y dominantes del Atlántico Norte son la corriente circular y los vientos en sentido horario. La corriente se dirige al sur, de Inglaterra a España, hasta Cabo Verde, y luego hacia el oeste. En el Caribe la corriente se dirige al noroeste y, al norte de las Bahamas, se inclina hacia el este hasta las Azores.

Homero escribe que Océano rodea el escudo redondo de Aquiles. Esto también puede ser una representación de la corriente circular en el océano y la ruta de Ulises, como se muestra en la fig. 4).

Con mayor precisión que por el sol, la navegación por el océano se determina por 4 constelaciones en el escudo de Aquiles. El Oso siempre está en el norte. El programa de astronomía SkyMap permite estudiar las estrellas y constelaciones en el cielo en el año 1400 a. C. El rumbo a seguir para navegar hacia un destino se determina mediante una combinación de una estrella brillante en el horizonte con otra estrella brillante justo encima. Cada puerto tiene su propia combinación de estrellas. Una encima de la otra. Estas 2 estrellas actúan del mismo modo que 2 luces de puerto para indicar el rumbo seguro. Esta ayuda de navegación fue descubierta por marineros polinesios. Es una forma de navegar utilizando la latitud. En invierno, hacia el oeste, la posición vertical de la estrella Betelgeuse roja (Orión) y justo encima la estrella Procyon (Canis minor) lleva al capitán del barco de Cabo Verde al Caribe (fig. 5). En verano, hacia su puerto de origen en el este, la estrella naciente Saiph (Orión) y justo encima la estrella Aldebarán (Híades) llevan al capitán del barco de Norfolk (EE.UU.) a las Azores y Huelva (fig. 6).

Algunas estrellas de la Ilíada y la Odisea sirven de indicación para un capitán de barco sobre el progreso de la estación. Si estas estrellas salen, por primera vez en el año, antes que el sol, el capitán debe abandonar una zona determinada, ya que se avecinan fuertes tormentas. Esto es lo que ocurre cuando las Pléyades son visibles por primera vez en las Bahamas a finales de abril. Lo mismo se aplica a Orión y Sirio en fechas posteriores en la temporada de navegación. Con este conocimiento del océano, las estrellas y las constelaciones, es posible cruzar el océano de forma segura, ida y vuelta al puerto de origen, en 1 ó 2 años. Ulises se queda durante más de 8 años con las diosas Circe y Calipso. Sin duda, buenos lugares de invernada.

En la época de Ulises, 1400 a. C., el nivel del mar es 3-5 metros más bajo que ahora

Las zonas costeras no eran iguales a las de ahora. Dos ejemplos:

Debido a la subida del nivel del mar, una amplia franja de tierra frente a la costa de la bahía de Mount ha desaparecido en el mar. El peñasco St. Michael’s Mount se encuentra ahora en el mar. Pero hace mucho tiempo, la roca se situaba en tierra, en un bosque. En la época de la guerra de Troya, la roca se encontraba en la costa o en una península.

Gran parte de la actual zona marítima de las Bahamas tiene ahora poca profundidad (0-8 metros). Debido al aumento del nivel del mar de 3-5 metros en 3400 años, amplias zonas de las islas, que en los tiempos de Ulises se encontraban por encima del nivel del mar en la época de la Odisea, han desaparecido bajo el agua.

Metáforas y realidad

Algunas de las metáforas en la Odisea llaman la atención. La isla del rey de los vientos es una “isla flotante rodeada por un muro irrompible de bronce”. Es la imagen de una isla rodeada por un mar tranquilo dentro de un arrecife de coral. Varias islas del Caribe, como Barbuda, encajan con esta descripción. Más allá en el océano, solo se correspondería con Barbados y las Islas Bermudas.

Si la diosa Circe envía a Ulises a las casas de Hades, éste navega a través de un “río con corrientes” para luego llegar a las casas de Hades en el “borde extremo del océano profundo”. Se puede interpretar como un viaje en barco desde Aiaia, una isla de las Bahamas, a la costa de Florida, atravesando la feroz corriente del Golfo (¡por lo tanto, Ulises ha estado en Hades en la costa americana!). En el viaje de vuelta, el sol sale exactamente por el este, encima de Aiaia, la isla de Circe.

Ulises se encuentra con la diosa Calipso en la isla de Ogigia. El dios Hermes llama a esta isla el “ombligo del mar”, “en medio de ese impresionante charco de sal sin una ciudad cerca, donde se hacen ofrendas a los dioses”. En mi interpretación, ésta es una isla de las Azores. Después de una estancia de 7 años con Calipso se le permite volver a casa, aunque con un desvío. Las indicaciones de navegación de Calipso llevan a Ulises por el Océano Atlántico hasta Scheria, Lanzarote, donde viven los feacios. Le tiene que guiar la línea vertical de estrellas, con la estrella naciente Alnilam (Orión) en el horizonte y las Pléyades justo encima (fig. 6). Estas instrucciones de Calipso son factibles en el Océano Atlántico, pero no en el Mar Mediterráneo. Allí le llevarían al desierto.

Los feacios ayudan a Ulises a regresar a Ítaca (Huelva). Allí conoce a su hijo Telémaco y, por fin, puede abrazar a su esposa Penélope. Ha llegado a su destino.

La clave de la Ilíada y la Odisea

El nuevo escudo de Aquiles, elaborado por el dios Hefesto, ha sido mi fuente de inspiración. El escudo resistente y redondo está hecho de bronce, una mezcla de cobre y estaño. Ha sido decorado con oro y plata, en el borde rodeado por Océano. Contiene las constelaciones esenciales para navegar por el océano. La lucha por la hegemonía sobre el estaño desemboca en la guerra de Troya. La Ilíada y la Odisea contienen una antigua clave histórica sobre la desaparición de una próspera cultura atlántica, así como sobre el conocimiento y la técnica para poder navegar por el océano y volver al puerto de origen

La Ilíada y la Odisea no son mera ficción. Son ejemplos de historias orales. Los pueblos atlánticos que migraron siguieron contando sus historias durante siglos, llevándolas a nuevos hogares, como Grecia. Finalmente, Homero las pone en papel en un ambiente griego con dioses griegos. Gracias a él, las historias siguen vivas.